¿Un café?

Son las seis de la tarde. ¿Les apetece un café?, pues si es así, adelante,vamos a tomar café. Hoy están de moda los cibercafés, lugares donde uno puede tomar una tacita de ese líquido negro mientras navega por la red, chatea con amigos, mira una palabra en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, se compra una cobarta o fisgonea en los blogs. Esto qu nos parece tan novedoso ocurría ya en el siglo XVII en Londres. Y ustedes dirán, pero si no había electrícidad ¿donde enchufaban el ordenador?. Pues claro no podían enchufar el ordenador pero alrededor de un café hacian algo parecido a esto que estoy haciendo yo ahora mismo. El Londres del siglo XVII estaba lleno de cafés donde la gente iba para hablar, debatir y comunicar practicamente de todo. Algunos de estos cafés recibian científicos y allí exponían sus teorías, otros, eran auténticos centros de negocios, la política también se debatía en los cafés y el intercambio de ideas y las noticias volaban de unos a otros entre el aroma de ese precioso líquido. Hoy también sigue siendo el café símbolo de reunión y de conversación, el momento para departir con los amigos.

Todo esto lo he aprendido leyendo un libro que se llama Historia del mundo en seis tragos de Tom Standage, lo recomiendo.